REAL ZARAGOZA-1
CÓRDOBA-1
La sufrida afición del Real Zaragoza, harta, se manifestó en las puertas de La Romareda, antes del inicio del encuentro, con una pancarta -que se adjunta-, con el lema «NI NOBLEZA NI VALOR, SOLO OS QUEDA LA AFICIÓN». Clamaron contra la gestión de los malos dirigentes y los peores jugadores y expresaron su disgusto y cabreo justificado plenamente.
Al señor Cordero por su lamentable y nefasta gestión, muchos pensamos que independientemente de arrojarlo a las tinieblas exteriores, se le tenían que pedir responsabilidades, o como vulgarmente se dice, ponerlo en la picota para mofa, mefa y escarnio del pueblo. Todos desafueros cometidos por este nefasto personaje tienen que ser incluidos en la crónica más negra de la historia del Club. Este maldito, si la Virgen del Pilar no lo remedia, será uno de los principales responsables, dada su condición responsable de la confección la plantilla de jugadores y de traer a entrenadores de la calaña de Ramirez, será su nombre el que figure como MATADOR del REAL ZARAGOZA descendiendo a primera red y posiblemente desapareciendo del panorama futbolístico nacional.
Ahora bien, durante el desarrollo del partido los sufridos aficionados volvieron a estar con el equipo, animando sin parar y apoyando como un solo hombre hasta cuando el equipo, como siempre, encajó un gol y se puso por debajo en el marcador.
Con respecto al partido, más de lo mismo; el Córdoba fue superior, ganó todas las disputas y se puso por delante en el resultado. El frágil equipo de casa, solo pudo empatar de penalty y, de forma injusta, estuvo apunto de ganar, si el maldito trencilla, Avalos (ya lo conocemos de sobra por sus actuaciones tendenciosas en contra del Real Zaragoza) no nos hubiera anulado el
segundo gol, que marcó Soberon, por una falta que pitó según su arbitrario criterio.
A esta plantilla de mediocres pseudofutbolistas no se les puede cambiar ni aunque el nuevo entrenador, el amigo Gabi, hubiera traído una varita mágica de esas que portaba el mago Merlín. De hecho ya dijo Gabi, en su presentación, que el no era Guardiola pero a esta plantilla de tuercebotas, no la endereza ni Angeloti, ni Mouriño, ni aunque resucitará aquel entrenador mítico que se llamaba Elenio Herrera.
En definitiva, tengo que confesarles que a ningún zaragocista nos llega la camisa al cuerpo.
La maldición y el fantasma del descenso, dejando de pertenecer al fútbol profesional, planean entre los negros nubarrones del firmamento zaragocista.
Si GABI consigue la proeza de la salvación, lo llevaremos a hombros como a los grandes toreros, porque ls faena, si me permiten el término taurino, sería de orejas y rabo.
SEÑOR, SEÑOR ¿QUÉ PECADOS TAN GRAVES HEMOS COMETIDO PARA MERECER ESTO?
