REFLEXIONES, POS PARTIDO, DEL SOCIO LAUREADO DEL REAL ZARAGOZA NÚMERO 95.
Ante unos inexpertos jugadores, algunos juveniles, del Villarreal B, los mal llamados jugadores del Real Zaragoza, han vuelto a decepcionar a una afición zaragocista que en número de más de dos mil, se han desplazado a tierras castellonenses.
El partido para olvidar o para llorar. Como de decía San Agustín: “LAS LÁGRIMAS SON LA SANGRE DEL ALMA”, y a algunos aficionados de verdad, el ánima les habrá sangrado.
La primera parte ha sido un correcalles donde los dos equipos han sesteado como bueyes en la dehesa. En la segunda parte, los locales, ante la total ineficacia visitante, han salido animados y, como ya está siendo habitual, el portero, Badia, ha vuelto a salvar los muebles. Asustado, el tal Velázquez, ha empezado a hacer cambios, sin ton ni son. Me imagino que el de Francho, habrá sido por problemas físicos, porque si ha sido por decisión técnica, a este hombre, deportivamente hablando, hay que fusilarle al amanecer. A partir de entonces, sin ningún patrón de juego, cada jugador ha hecho la guerra por su cuenta, corriendo, como ahora se dice, como pollos sin cabeza. Menos mal que las grandes limitaciones de los pipiolos locales han impedido que ganaran el partido y hemos conseguido un punto que nos va aproximando lentamente a los 50 que hacen falta para mantenerse en segunda.
Yo creo que ya ha llegado el momento en que, allende los mares, el cubano americano, destituya, fulminantemente al DIRECTOR DEPORTIVO y al ENTRADORA. Ambos se ha burlado miserablemente de esta afición que hoy masivamente se ha desplazado a tierras castellonenses.
Les acompaño la foto de un héroe de Paris, la del mítico SANTI ARAGON. Que bien nos vendría en ese despoblado centro del campo que tenemos. Excusión decir de nuestra delantera de incompetentes actuales. También les acompaño la festiva fotografía de dos delanteros únicos: LOBO DIARTE y NINO ARRUA.
SEAN FELICES Y TRANQUILIDAD PARA TODOS. ESTOS PERSONAJES DE ULTRATUMBA QUE COMPONEN EL ACTUAL REAL ZARAGOZA, NO MERECEN SU PESAR.