En las proximidades de Reikiavik, Islandia, una innovadora instalación está revolucionando la producción de superalimentos mediante el cultivo de microalgas, organismos microscópicos ricos en nutrientes que han sido consumidos por diversas civilizaciones a lo largo de la historia.
La empresa islandesa Vaxa Technologies ha establecido una planta que utiliza energía geotérmica y sistemas de inteligencia artificial para cultivar microalgas. Situada junto a la central geotérmica más grande de Islandia, la planta aprovecha la electricidad limpia, el agua fría para el cultivo, el agua caliente para la calefacción e incluso las emisiones de CO₂ de la central.
Las microalgas cultivadas en esta instalación, como la Nannochloropsis y la Arthospira (conocida como espirulina), son reconocidas por su alto contenido en proteínas, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales. Estos nutrientes esenciales las posicionan como una alternativa sostenible para enfrentar los desafíos de seguridad alimentaria a nivel global.
La planta de Vaxa utiliza fotobiorreactores equipados con luces LED rojas y azules de alta intensidad que proporcionan las longitudes de onda específicas necesarias para la fotosíntesis de las microalgas. Este entorno controlado y automatizado, supervisado por sistemas de inteligencia artificial, permite optimizar las condiciones de crecimiento y maximizar la producción, alcanzando hasta 150 toneladas métricas de microalgas al año.
La integración de tecnología avanzada en la producción de microalgas no solo ofrece una fuente de alimento rica en nutrientes, sino que también presenta una solución sostenible con una huella de carbono negativa. Al capturar CO₂ durante su crecimiento y utilizar recursos renovables, este modelo de producción podría desempeñar un papel crucial en la mitigación del cambio climático y en la provisión de alimentos nutritivos para una población mundial en crecimiento.
La iniciativa de Vaxa Technologies en Islandia representa un paso significativo hacia el futuro de la agricultura sostenible, demostrando cómo la combinación de tecnología de vanguardia y recursos naturales puede transformar la producción de alimentos y contribuir a la seguridad alimentaria global.