La Dirección General de Medio Natural, Caza y Pesca, adscrita al Departamento de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, anuncia que ha completado el 70% de las acciones incluidas en el Plan de restauración y mejora del hábitat del urogallo pirenaico, una especie en peligro de extinción. Hasta la fecha, se han restaurado 280 hectáreas en cinco enclaves del Pirineo oscense: Benasque, Bielsa, Tella-Sín, Plan y Espés.
Con un presupuesto de 2 millones de euros, financiado íntegramente por fondos europeos Next Generation, este ambicioso proyecto busca frenar el declive poblacional del urogallo. Según el último censo genético coordinado por el Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC, la población actual supera los 168 ejemplares, cifra significativamente mayor que los 40 contabilizados en 2017.
Las actuaciones incluyen clareos, desbroces, plantaciones de especies nutricias y creación de zonas sin intervención, medidas orientadas a mejorar la biodiversidad y a reproducir condiciones óptimas para la supervivencia del urogallo. Además, estas restauraciones contribuyen a la resiliencia de los bosques frente al cambio climático y benefician a otras especies como el mochuelo boreal y el pito negro.
Este proyecto es fruto de la colaboración con entidades como la Fundación Artemisan y la Federación Aragonesa de Caza, destacando el compromiso conjunto en la conservación de esta emblemática especie.