REFLESIONES DEL SOCIO LAUREADO DEL REAL ZARAGOZA NÚMERO 95, DESDE SU LOCALUDAD DE LA ROMAREDA, POSPARTIDO.
CONTINÚA LA TERRIBLE MALDICIÓN.
Además en esta ocasión, burlándose de la afición con una ironía dantesca. Me explicaré: El último año que estuvimos a punto de ascender, también con Víctor Fernández el banquillo, uno de nuestros puntales en la delantera, PUADO, contrajo el maldito COVID, y no pudo ayudar en los últimos partidos. Hoy, en las filas del Español, ha sido el autor del único gol visitante ¿CASUALIDAD? NO. La MALDICIONE nos persigue y se burla de nosotros.
Con respecto al partido, el Español, a poco de meternos el gol, se ha atrincherado en su parcela y, la agonía zaragocista ha durado más de 90 minutos. No sabemos si el portero españolista es buen o mal cancerbero, porque ningún jugador zaragocista lo ha puesto prueba.
Seguimos con los mismos males endémicos. En el equipo solamente tenemos un jugador digno y con categoría, BEKEMBAUR FRANCÉS; hoy.ha realizado un gran partido, pero en un deporte de asociación con once jugadores su concurso es ineficaz, ya que los restantes componentes del equipo, recuerdan al cuento que escribió, JONATHAN SWIFT: «GULLIVER EN EL PAÍS DE LOS ENANOS» y que todos leímos en nuestra infancia. Deberíamos cambiarle el nombre al equipo; en lugar de REAL ZARAGOZA se debería llamar REAL LILIPUT.
No se le puede pedir al mítico VÍCTOR FERNÁNDEZ, que con apenas cuatro entrenamientos troque a estos pseudos futbolistas en jugadores de verdad. Alguien creía que iba a hacer EL MILAGRO DE LOS PANES Y LOS PECES o, a lo mejor, EL DE LA CERCANA CALANDA. Yo lo único que espero de él es que, como aún faltan bastantes partidos por jugar, con su experiencia, buena voluntad, y capacidad de convencimiento, no sin apuros, logre evitar el descenso. No hay más. La plantilla que ha heredado del ESCRIBA y del ATILDADO, y que confeccionó el tal CORDERO no da para más. Quizás, para nada.
Si consigue, el bueno de Víctor Fernández, su difícil objetivo, los propietarios actuales del Club, le tiene que dar carta blanca, para que la próxima temporada, haga como Ramiro II en la campana de Huesca y no deje vivo, deportivamente hablando, salvo alguna honrosa excepción, a ninguno de estos malditos indeseables tuercebotas. Ah, el badajo de la campana la cabeza de CORDERO, asada con patatas a lo pobre.
En definitiva, confiemos en que el técnico del Barrio Oliver, consiga su objetivo de salvar los muebles y soñemos conque nuestro cierzo, se lleve esa pegajosa e infernal maldición que, desde hace tanto tiempo, asola el firmamento zaragocista.
POR FUERZA, TIENEN QUE VENIR TIEMPOS MEJORES. LE RECEN A LA VIRGEN DEL PILAR. YO CREO QUE NOS ESCUCHARÁ.