El Ayuntamiento de Zaragoza ha puesto en marcha un ambicioso Plan Especial de Inspección de Edificios en el barrio de Zamoray-Pignatelli y el Casco Histórico, con el objetivo de garantizar la conservación y seguridad edificatoria en un total de 277 inmuebles. Este proyecto responde a la necesidad de prevenir riesgos para los habitantes y viandantes en una zona marcada por la antigüedad de las construcciones y las condiciones socioeconómicas desfavorables.
Durante las próximas 30 semanas, equipos municipales, compuestos por arquitectos técnicos, arquitectos y personal jurídico y administrativo, realizarán un total de 230 inspecciones. Estas visitas estarán organizadas en 14 áreas de actuación, comenzando por las manzanas comprendidas entre las calles Agustina de Aragón, Mariano Cerezo y Escopetería, entre otras. Los técnicos evaluarán aspectos como la seguridad, salubridad y conservación de las estructuras, fachadas, cubiertas y redes de saneamiento, emitiendo informes detallados sobre las incidencias detectadas.
El consejero de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, destacó que este plan atiende las peticiones de los colectivos vecinales y busca combatir problemas de seguridad derivados de la falta de mantenimiento en algunos inmuebles de la zona. “La seguridad nos lleva a actuar de manera preventiva en áreas donde existe una evidente dejación de funciones por parte de algunos propietarios,” explicó Serrano.
Además, el Ayuntamiento reafirma su compromiso institucional con el desarrollo y mejora de la zona de Zamoray-Pignatelli, donde se han invertido cerca de 40 millones de euros en los últimos tres años. Estas inversiones incluyen proyectos de vivienda pública, expropiación de suelos y renovación de la vía pública.
El Plan de Inspección subraya la importancia de la colaboración público-privada y la coordinación entre administraciones para abordar tanto los retos sociales como urbanísticos de esta área histórica de Zaragoza.