La Dirección General de Tráfico (DGT) ha introducido una nueva señalización en las carreteras españolas: una línea continua de color rojo en el centro de la calzada. Esta medida tiene como objetivo reforzar la prohibición de adelantamientos en tramos identificados como especialmente peligrosos debido a su alta siniestralidad.
Uno de los primeros lugares donde se ha implementado esta señal es la carretera A-355 en Málaga, conocida como la «carretera del miedo» por su elevado número de accidentes mortales. En este tramo de 10 kilómetros, que conecta Cártama y Marbella, se registraron diez fallecimientos en 2023. Para aumentar la seguridad, además de la línea roja, se han instalado cuatro radares pedagógicos que informan a los conductores sobre su velocidad y recuerdan los límites permitidos.
La línea roja continua actúa como un complemento a la tradicional línea blanca, buscando un efecto psicológico en los conductores al asociar el color rojo con peligro, lo que promueve una mayor cautela. Ignorar esta señalización puede acarrear sanciones de hasta 400 euros y la pérdida de cuatro puntos en el carnet de conducir.
Esta iniciativa forma parte de las estrategias de la DGT para reducir la siniestralidad en las carreteras secundarias más peligrosas, donde se ha observado que medidas como esta pueden disminuir los accidentes hasta en un 30%.
Además de la línea roja, la DGT está implementando otras señalizaciones innovadoras, como los «dientes de dragón», que consisten en triángulos pintados en los laterales del carril para inducir a los conductores a reducir la velocidad, especialmente cerca de pasos de peatones.
La efectividad de estas medidas ha llamado la atención de otros países. Portugal, por ejemplo, está considerando adoptar la línea roja en sus carreteras para mejorar la seguridad vial, destacando su capacidad para alertar a los conductores sobre riesgos y disuadir maniobras peligrosas.
Con la implementación de la línea roja y otras medidas complementarias, la DGT reafirma su compromiso con la seguridad vial, buscando reducir el número de accidentes y proteger la vida de los usuarios de las carreteras españolas.