El Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Calidad y Seguridad Alimentaria, ha instado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a solicitar a la Unión Europea una modificación en la normativa reguladora de los SANDACH (Subproductos Animales No Destinados al Consumo Humano) para ampliar los destinos admitidos de la lana.
La petición ha sido formalizada mediante una carta dirigida a la Dirección General de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y de Bienestar Animal del MAPA, en la que el Gobierno de Aragón expone la preocupante situación del mercado de la lana y la necesidad de flexibilizar la regulación europea para su aprovechamiento y correcta gestión.
Una situación preocupante
El auge de otros materiales y el cierre de mercados tradicionales han dificultado la comercialización de la lana, generando un importante stock de este subproducto animal en Aragón. Según los datos del Departamento, actualmente hay acumulados alrededor de cuatro millones de kilos de lana en la comunidad autónoma.
A fecha de 1 de enero de 2024, Aragón contaba con un censo de 1.063.616 ovejas y mardanos adultos, con un peso medio de vellón de 1,3 kilogramos, lo que supone una producción anual de 1.382.700 kilos de lana. De esta cantidad, 1,5 millones de kilos se encuentran almacenados en establecimientos especializados, mientras que el resto corresponde a campañas anteriores.
Búsqueda de soluciones
Conscientes de esta problemática, en Aragón ya se están desarrollando diversas iniciativas para la revalorización de la lana. Entre ellas, destaca un proyecto del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) en colaboración con la Diputación Provincial de Teruel (CITATe), que busca encontrar nuevas aplicaciones para la lana proveniente del ovino de los ganaderos turolenses.
Este proyecto contempla distintas fases, como el diagnóstico de la situación de la lana y sus posibles usos, la realización de un estudio de viabilidad económica de las alternativas más interesantes y la implantación de procesos como el lavado y triturado en el territorio. Además, el Departamento tiene conocimiento de otros proyectos privados que exploran la utilización de la lana en sectores como la construcción o la industria de los microplásticos, aunque actualmente estas iniciativas no encajan en el marco normativo vigente.
Desde la Dirección General de Calidad y Seguridad Alimentaria se continúa trabajando en la búsqueda de soluciones viables para la gestión de este importante volumen de lana acumulada, con el objetivo de fomentar su revalorización y minimizar su impacto ambiental.