
REFLEXIONES DEL SOCIO LAUREADO DEL REAL ZARAGOZA NÚMERO 86, A LA CONCLUSIÓN DEL ENCUENTRO.
Primera parte del Real Zaragoza, con muchas lagunas y fallos defensivos calamitosos y eficacia goleadora visitante. Destacados el peleón Azón y el exquisito Badzar. La defensa de chocolate con nata.
En la segunda parte un peleón y tosco Eldense, a base de lucha y entusiasmo, consiguió nivelar el marcador y encender las alarmas y la incertidumbre zaragocista. De nuevo, Víctor Fernández, con oficio y acierto en los cambios, tranquilizó a la parroquia del León y el perfume en la camiseta y otros canteranos, Luna y Liso pusieron el marcador a favor hasta el final del encuentro.
Felices por el triunfo (un sedante eficaz), pero, permítanme que los buenos aficionados de verdad sigamos con dudas e incertidumbres.
El próximo sábado es un buen día para que la Romareda cambie su fisonomía de balneario y centro de acceso total para los contrarios y se convierta en un castillo medieval (Loarre, Valderrobres o Monzón), con su correspondiente foso inaccesible para el modesto Castellón.
Un nuevo tropiezo en casa sería un duro castigo para la sufrida afición zaragocista.
Disfrutemos hoy del triunfo, ya que tenemos tan pocas alegrías.