En 2025, más del 90% del agua de boca de Zaragoza procede ya del Pirineo. El resto se capta del Canal Imperial o del Ebro.
Este ha sido un cambio significativo en el paradigma del abastecimiento de agua de la ciudad. En 2012, de Yesa se cogía el 18% del agua, el 76% del Canal Imperial y el 6% del Ebro.
A partir de 2019 se superó una barrera importante: el agua del Pirineo sobrepasó el 60% como porcentaje de esta mezcla. Pero los dos grandes saltos fueron en 2023, llegando al 80% del Pirineo y el 20% del Canal; y este 2025 alcanzando una media más allá del 90%.
¿De donde viene nuestra agua?
Actualmente la ciudad de Zaragoza dispone de tres fuentes de abastecimiento: el Canal lmperial de Aragón, el embalse de Yesa y un sistema alternativo del río Ebro a su paso por Zaragoza.
La fuente de abastecimiento tradicional ha sido el Canal lmperial de Aragón, construido en el siglo XVlll, que capta las aguas del río Ebro a la altura del término municipal de Fontellas en Navarra en un punto denominado el Bocal, a unos 80 km de Zaragoza.
Desde 2009 se dispone además de otra fuente de abastecimiento que es el embalse de Yesa en el río Aragón, que aporta agua del Pirineo de la mejor calidad. El agua circula a través de diferentes canalizaciones, como el Canal de Bardenas, la acequia de Sora y una tubería enterrada que termina en los depósitos de la margen derecha del Canal lmperial de Aragón.
Desde mediados del siglo XX existe también un bombeo directo desde el río Ebro para suplir los cortes del Canal lmperial. La instalación actual está situada a orillas de río junto al Parque Deportivo Ebro (Parque Sindical) aguas arriba del barrio de la Almozara.
Un agua de calidad extrema
Los esfuerzos llevados a cabo en los últimos años por mejorar la calidad del agua han dado sus frutos. En primer lugar trayendo hasta Zaragoza un agua de gran calidad desde el embalse de Yesa en el río Aragón.
Pero también mejorando el tratamiento en la potabilizadora, incluido el cubrimiento de los depósitos de Casablanca para proteger el agua que bebemos los Zaragozanos.
Y además el muy importante esfuerzo de renovación del sistema de distribución del agua por la ciudad, sustituyendo tuberías viejas por otras de materiales más idóneos. Todo este enorme esfuerzo económico y de gestión permite a la ciudad alcanzar unos niveles envidiables de calidad y de eficacia en la gestión.
Una red que se actualiza cada año
La red de tuberías de agua de Zaragoza tiene 1.296 km. De ellos 193 corresponden a la red arterial. A lo largo de 2024 se han ejecutado unos 5 km. Se sustituyen viejos materiales como el fibrocemento, fundamentalmente, por función dúctil, que ya representa el 66% de la red.
Entre algunas actuaciones destacadas de estos últimos meses está la inversión de 800.000 euros la renovación de la red arterial de paseo Sagasta; el desdoblamiento de la tubería arterial de Santa Isabel-Malpica, que tiene 1,2 km de longitud, donde se ha invertido en una primera fase 1,7 millones de euros y que permite garantizar el suministro alternativo a la vieja tubería actual que tenía innumerables incidencias y que da servicio a Malpica pero también a Pastriz, La Puebla de Alfindén, Villanueva o Villamayor.
Además, está en marcha el proyecto de la nueva tubería de 9,7 kilómetros que permitirá llevar agua potable a Torrecilla de Valmadrid con un presupuesto de licitación de 735.969 euros (el Ayuntamiento aportará 391.042 euros y los otros 344.927 euros procederán del convenio con la DPZ).
Controles sistemáticos que garantizan nuestra salud
Además, el Instituto Municipal de Salud Pública, responsable del control de calidad de agua de la ciudad de Zaragoza, realiza sistemáticas tomas de muestras de agua de consumo y análisis, en cumplimiento del Real Decreto 3/2023.
Se toman muestras de agua en la Planta Potabilizadora de Casablanca, depósitos de la ciudad y en 56 puntos en la red de distribución en la ciudad de Zaragoza, incluidos todos los barrios rurales. Se analizan en ellas parámetros químicos (metales, plaguicidas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, trihalometanos,…); microbiológicos; indicadores calidad del agua (cloro libre, pH, conductividad,..); características organolépticas (color, olor, sabor); así como niveles de calcio, dureza, magnesio y potasio, etcétera.
En total se toman mas de 1.500 muestras al año, que suponen la realización de mas de 30.000 determinaciones analíticas. En 2024, el 100% de las muestras fueron aptas para el consumo.
En su momento, el Instituto Municipal de Salud Pública realizó un estudio de los efectos de la incorporación del agua de Yesa en la calidad del agua de Zaragoza y se observaba su mejoría significativa en calidad, gracias a la la reducción de sales, materia orgánica y contaminantes.
Desde el punto de vista sanitario, la incorporación del agua de Yesa o del Pirineo a la ciudad de Zaragoza es un beneficio para la salud de sus ciudadanos, es un agua de calidad lo que demuestran los análisis y debemos fomentar su uso.